El FC Barcelona e Inter de Milán protagonizaron un verdadero espectáculo en el Estadio Olímpico de Montjuic durante la ida de las semifinales de la UEFA Champions League. Un empate 3-3 lleno de intensidad, alternativas y goles que dejó a los aficionados sin aliento… pero también con la sensación de que el conjunto azulgrana dejó escapar una oportunidad de oro para viajar a Milán con ventaja.

Los italianos golpearon primero y con fuerza: en el minuto 21 ya ganaban 0-2. Sin embargo, el Barça no tardó en reaccionar. Lamine Yamal recortó distancias con un tanto clave antes del descanso, y Ferran Torres puso el 2-2 tras una gran jugada colectiva. En la segunda mitad, el Inter volvió a adelantarse, pero Raphinha empató con un disparo potente desde fuera del área que devolvió la esperanza a la grada.

A pesar de la valentía del equipo, Mundo Deportivo apuntó dos momentos concretos como claves en el desarrollo del encuentro: los resbalones de Íñigo Martínez y Jules Koundé, que costaron dos goles en acciones decisivas.

El primero llegó a los pocos segundos de iniciado el partido. Íñigo Martínez perdió el equilibrio al intentar corregir una jugada en defensa, lo que permitió a Marcus Thuram quedar libre para marcar el primer tanto del Inter. El segundo error ocurrió en el primer córner favorable al conjunto italiano, cuando Jules Koundé, también víctima de un resbalón, perdió la marca de su oponente justo antes del 2-0. Para colmo, el defensor francés tuvo que abandonar el terreno de juego minutos después por molestias físicas.

La causa de estos resbalones, según detalla el informe, fue el riego del césped que se realizó entre el calentamiento y el inicio del partido. Una práctica habitual, pero que esta vez jugó en contra del equipo local. Los jugadores del Barça fueron los principales perjudicados por el estado del terreno, y el Inter supo capitalizar estos errores con precisión letal.

Además, Flick y su cuerpo técnico no lograron anticiparse a una estrategia ya conocida: en el cruce previo entre Inter y Bayern Múnich, los italianos también marcaron dos goles desde córneres aprovechando la mínima distracción del rival. A pesar de tener ese precedente, el Barça concedió nuevamente dos tantos en las primeras jugadas a balón parado del cuadro de Simone Inzaghi.

Con todo por decidir en la vuelta en el Giuseppe Meazza, el Barça deberá corregir esos errores puntuales si quiere volver a una final de Champions. La intensidad, el carácter y el talento están, pero en partidos de este calibre, los detalles —y el césped— pueden marcar la diferencia.

Sezione: Primer equipo / Data: Jue 01 mayo 2025 a las 14:45
Autore: Stefano Bentivogli
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