El FC Barcelona cerró la ida de las semifinales de Champions League con un emocionante empate 3-3 ante el Inter de Milán, en un duelo que dejó sabor a épica culé. El marcador no lo dice todo: el Barça dominó amplias fases del encuentro, y si no fuera por las intervenciones milagrosas de Yann Sommer, el resultado podría haber sido muy distinto.

Tras un arranque doloroso con dos goles en contra en apenas 20 minutos, el equipo de Hansi Flick reaccionó con el carácter que lo ha definido esta temporada. Fue entonces cuando apareció, una vez más, el nombre que ya resuena en toda Europa: Lamine Yamal.

De una molestia al protagonismo absoluto

Pocas horas antes del partido, el joven español generó preocupación al ser visto tocándose el aductor durante el calentamiento. Todo indicaba que podría no estar al 100%. Sin embargo, el prodigio de 17 años no solo jugó, sino que firmó la mejor primera parte de su corta —pero brillante— carrera.

Tomó la pelota en la banda derecha, dribló a varios rivales y soltó un zurdazo perfecto al segundo palo que impactó en la red tras besar el poste. Era el 1-2, pero también el momento en que el Estadi Olímpic se rindió a sus pies. Minutos después, dejó sentado a Dimarco y estuvo a punto de marcar otro golazo, pero el palo volvió a negarle la gloria.

Haaland se rinde ante Yamal

El impacto de su actuación no quedó solo en el terreno de juego. Erling Haaland, estrella del Manchester City y uno de los mejores delanteros del planeta, compartió una historia en Snapchat con una foto de Yamal y un mensaje claro:

“Este chico es increíble.”

El gesto no es menor. Haaland, poco dado a comentar sobre otros futbolistas, no dudó en reconocer públicamente el talento de Lamine. Un guiño que resuena con fuerza, viniendo de un jugador que ha redefinido el arte del gol en los últimos años.

Sin miedo al escenario grande

Jugar una semifinal de Champions con el Barça a los 17 años no es normal. Hacerlo con descaro, sin nervios y siendo el mejor del equipo, menos aún. Lamine Yamal no solo representa el futuro, sino el presente brillante de un Barça que vuelve a soñar con grandeza.

Cada vez que toca el balón, pasa algo. No necesita hablar, porque su fútbol lo dice todo. Es instinto, es técnica, es visión y es, sobre todo, una mentalidad de gran jugador que no se enseña: se tiene.

¿Y si algún día... Yamal asistiera a Haaland?

La imaginación no tiene límites. Y viendo el respeto mutuo que se profesan, ¿quién dice que algún día no veamos a Lamine asistiendo a Haaland con la camiseta del Barça? Soñar es gratis, y el fútbol ha demostrado que las historias más increíbles suelen comenzar con sueños como este.

Por ahora, lo cierto es que el Barça tendrá que visitar San Siro en busca del pase a la final, y sabe que con Lamine en el campo, todo es posible. Porque cuando el balón pasa por sus pies, hasta lo imposible parece real.

Sezione: Primer equipo / Data: Jue 01 mayo 2025 a las 20:00
Autore: Stefano Bentivogli
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