Durante la Asamblea General Ordinaria del FC Barcelona, el tesorero Ferran Olive zanjó uno de los rumores más insistentes de los últimos meses: Barça Licensing & Merchandising (BLM) no está en venta. Con un tono firme, aseguró que la junta directiva “nunca ha contemplado vender ningún porcentaje” de la división encargada del merchandising oficial del club, una de las principales fuentes de ingresos de la entidad.

La declaración, realizada tras las palabras iniciales del presidente Joan Laporta y la aprobación de los estados financieros del ejercicio 2024–25, buscó transmitir calma a los socios y reafirmar la independencia comercial del Barça en un contexto económico aún vigilado con lupa.

Un negocio estratégico que el Barça no soltará

El mensaje de Olive fue categórico: BLM seguirá siendo 100% del club. La empresa, encargada de gestionar todas las líneas de productos oficiales, tiendas físicas y la venta online, se ha convertido en una herramienta esencial para fortalecer la marca Barça y diversificar ingresos fuera del terreno de juego.

En los últimos años, los rumores sobre una posible venta parcial o cesión de derechos habían generado incertidumbre, especialmente tras la activación de “palancas” financieras durante la presidencia de Laporta. Olive quiso despejar cualquier duda: “No hay ninguna intención de vender BLM. Ni hoy, ni en el futuro inmediato.”

Pérdidas extraordinarias, beneficios operativos y auditoría limpia

El Barça cerró el ejercicio con un resultado negativo global de 17 millones de euros, atribuible a factores extraordinarios, pero registró un beneficio ordinario de 2 millones. Olive defendió las cuentas con serenidad, subrayando que el auditor externo no emitió reservas en su informe: “Eso significa que el club cumple los estándares de transparencia y control financiero exigidos.”

El tesorero ilustró la situación con una metáfora optimista que rápidamente se viralizó entre los socios:

“Económicamente hablando, no tenemos hoy un paciente enfermo. El Barça es un señor que está en casa, viviendo una vida normal.”

Una forma clara de transmitir que, tras años de desequilibrios, el club ha recuperado una estabilidad básica que permite mirar al futuro con prudente optimismo.

Prudencia con el gasto deportivo: “Los éxitos no deben hipotecar el futuro”

Aun así, Olive acompañó su diagnóstico con una advertencia: el equilibrio actual depende de mantener controlado el gasto. “Tenemos que vigilar de cerca el coste deportivo”, explicó. “A veces, los grandes éxitos deportivos llegan acompañados de grandes derrotas económicas.”

El recordatorio no es casual: el Barça sigue gestionando una masa salarial elevada, herencia de contratos firmados en épocas de menor rigor financiero. La prioridad ahora es ajustar el presupuesto sin frenar la competitividad en el campo, un reto que el área económica y la dirección deportiva deben abordar con precisión.

Un club en reconstrucción económica y moral

El discurso de Ferran Olive encaja en la narrativa que Laporta y su junta han querido consolidar: un Barça en recuperación, que aprende de los errores del pasado y busca generar crecimiento sostenible. La no venta del BLM se entiende como una defensa del patrimonio institucional y del modelo de propiedad basado en los socios.

En un momento en que muchos clubes europeos optan por fondos externos y capital de riesgo, el Barcelona reafirma su singularidad: independencia, control interno y una apuesta por monetizar su marca global sin perder el alma.

Sezione: Club / Data: Lun 20 octubre 2025 a las 14:00
Autore: Stefano Bentivogli
ver lecturas
Print