La explosión de Marcus Rashford dentro del sistema de Hansi Flick ha sido una de las sorpresas más positivas de la temporada en el FC Barcelona. El atacante inglés, cedido con opción de compra, ha aportado justo lo que el equipo llevaba meses reclamando: velocidad, profundidad, verticalidad y una amenaza constante al espacio.

Desde su llegada, el delantero se ha adaptado rápidamente a las exigencias del técnico alemán, convirtiéndose en un recurso ofensivo imprescindible. Su capacidad para romper líneas y generar ventajas ha sido clave para dinamizar un ataque que necesitaba variantes.

Sin embargo, el gran problema no es deportivo. Es económico.

La opción de compra, el gran obstáculo

Aunque la dirección deportiva reconoce que el perfil de Rashford encaja y su rendimiento es notable, la operación se considera inviable.
La opción de compra, cercana a los 30 millones de euros, es inasumible en el contexto financiero actual del club, que tiene como prioridades reforzar el pivote defensivo y el lateral.

Ejecutar la compra significaría comprometer movimientos estratégicos del próximo verano.

El salario del jugador, otro impedimento importante

A esto se suma el alto salario que Rashford percibe en su club de origen. Mantener esas cifras en la masa salarial blaugrana supondría un esfuerzo que el club, condicionado por el fair play financiero, no puede afrontar.

Rashford está cómodo, Flick lo considera útil y el rendimiento sobre el campo habla por sí solo.
Pero una vez más, la realidad económica pesa más que la voluntad deportiva.

Sezione: Primer plano / Data: Sá 15 noviembre 2025 a las 15:48
Autore: Stefano Bentivogli
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