Pedri brilla con Flick en el Barça… pero el técnico casi lo lleva al Bayern Múnich

El FC Barcelona sigue celebrando una temporada histórica tras conquistar un triplete nacional inesperado, incluyendo la Supercopa de España, y con un sabor aún más especial: todas las finales fueron ganadas ante el Real Madrid con autoridad.

En el centro del campo y del éxito azulgrana estuvo un Pedri rejuvenecido, que por fin ha dejado atrás sus recurrentes problemas físicos. El canario ha firmado su mejor campaña desde que debutó, y lo ha hecho bajo la dirección de Hansi Flick, quien le ha dado un nuevo rol clave.

El técnico alemán retrasó su posición natural, alineándolo en un doble pivote primero con Marc Casado y luego con Frenkie de Jong, con el objetivo de que tocara más el balón y dirigiera el juego desde atrás. La fórmula ha funcionado a la perfección, devolviéndole a Pedri protagonismo y regularidad. Lo curioso es que Flick estuvo a punto de truncar la carrera del centrocampista en el Barça… antes incluso de que comenzara.

El Bayern de Flick quiso fichar a Pedri

Cuando Pedri pasó del Las Palmas al Barcelona, lo hizo por una cifra inicial de 5 millones de euros, con variables que podrían alcanzar los 25 millones, de los cuales ya se han pagado 23 millones. El entonces secretario técnico del Barça, Ramon Planes, ha revelado recientemente en Cadena SER que el Bayern Múnich de Flick también mostró interés por el joven talento justo cuando su fichaje por el Barça ya estaba acordado.

Planes, quien fue el principal impulsor de su llegada, explicó que en un principio se pensó en cederlo tras ficharlo, pero tras apenas un par de entrenamientos, el cuerpo técnico entendió que Pedri tenía que quedarse en el primer equipo. Aun así, el Bayern intentó entrometerse cuando el jugador aún estaba en Las Palmas, y preguntó por su disponibilidad, con Flick como entrenador del conjunto bávaro.

El destino, sin embargo, quiso que Pedri llegara al Camp Nou. Y ahora, irónicamente, es bajo las órdenes de ese mismo Flick que está viviendo el momento más dulce de su carrera.