El FC Barcelona vivió una noche para olvidar en el Ramón Sánchez-Pizjuán, donde cayó 4-1 ante el Sevilla, firmando su segunda derrota de la temporada.
El equipo de Hansi Flick mostró fragilidad en todas las líneas: desajustes defensivos, falta de intensidad ofensiva y errores colectivos que facilitaron el festín andaluz.

Aunque hubo polémica arbitral —un penalti discutido y un segundo gol del Sevilla con dudas de validez—, la plantilla no ha buscado excusas. Desde dentro del vestuario, el mensaje es claro: “la culpa es nuestra”.

El vestuario asume la responsabilidad

Según informó Santi Ovalle en Què t’hi Jugues, los jugadores del Barcelona no culpan al árbitro de la derrota. La autocrítica ha sido inmediata.
Preguntados si existía enfado con el colegiado tras el 4-1, la respuesta interna fue contundente:

“Ni un poco. La culpa es nuestra.”

La plantilla ha coincidido en que el equipo no estuvo a la altura y que deben corregir errores estructurales, especialmente en la presión alta, uno de los pilares del sistema de Flick.

El problema táctico: la presión y la línea defensiva

El Barcelona ha apostado esta temporada por una línea defensiva adelantada y una presión intensa para recuperar el balón en campo rival. Sin embargo, ante el Sevilla, esa presión se descompuso.

El joven defensor Pau Cubarsí lo reconoció tras el partido:

“Estas ocasiones empiezan arriba. Tenemos que volver a presionar como la temporada pasada. Nos hemos relajado, y eso no puede pasar. No hay que dramatizar, pero este es un punto de inflexión.”

La reflexión del canterano resume el sentir general: sin una presión coordinada, el sistema de Flick queda expuesto y vulnerable, con demasiado espacio a la espalda de los defensores.

Falta de intensidad y desconexión ofensiva

Más allá de la táctica, el equipo careció de energía y sincronía. Lewandowski, Ferran y Lamine Yamal apenas recibieron balones claros, mientras el centro del campo no logró controlar los ritmos del partido.
El resultado fue un conjunto partido en dos, con errores en salida, pérdidas innecesarias y un Sevilla que supo aprovechar cada desajuste.

Flick, en busca de respuestas durante el parón

El parón internacional llega en el momento justo para que el técnico alemán recalibre su plan de juego. Con dos semanas sin competición, el cuerpo técnico analizará los fallos y trabajará en mejorar la presión colectiva y la solidez defensiva.

El próximo desafío será el 18 de octubre ante el Girona, un rival que atraviesa un gran momento y que pondrá a prueba la reacción culé antes del gran reto: El Clásico frente al Real Madrid.

Sezione: Primer equipo / Data: Mar 07 octubre 2025 a las 16:00
Autore: Stefano Bentivogli
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