Hansi Flick estalla: “¡Somos el Barça! Hay que volver a luchar en cada jugada”

El entrenador del FC Barcelona, Hansi Flick, ha lanzado una clara advertencia a su plantilla tras el preocupante bajón de rendimiento mostrado antes del parón internacional.
El conjunto azulgrana encadenó dos derrotas consecutivas, algo inusual en un equipo que la pasada temporada logró un histórico triplete nacional.

Primero cayó frente al Paris Saint-Germain, y días después sufrió un duro 4-1 ante el Sevilla, en un partido que dejó tocada tanto a la afición como al vestuario.

Señales de alarma en el campeón

En ambos encuentros, el Barcelona mostró una versión irreconocible: sin intensidad, sin presión coordinada y con una falta de energía que contrastó con el espíritu competitivo del curso anterior.
Críticas de aficionados y prensa no tardaron en aparecer, señalando que el equipo parecía confiado en los éxitos pasados y falto de hambre en el presente.

Flick, consciente de la situación, no ha querido dejar pasar el momento y ha reaccionado públicamente.

El mensaje de Hansi Flick al vestuario

Durante la rueda de prensa previa al próximo compromiso liguero, el técnico alemán lanzó un mensaje directo y desafiante a sus jugadores:

“Necesitamos cambiar nuestra actitud. Somos el Barça, y los aficionados merecen ver que luchamos por cada acción. No se trata de recordar que ganamos tres títulos el año pasado; esta es una nueva temporada”.

Con estas palabras, Flick deja claro que el pasado no garantiza nada y que la exigencia del Barcelona obliga a competir al máximo en cada partido.

Recuperar la identidad del Barça

El entrenador considera que el equipo debe recuperar la intensidad y el hambre que fueron la base del éxito la temporada pasada.
Su prioridad ahora es reconectar con la afición y devolver al equipo su seña de identidad: el juego dinámico, la presión alta y el compromiso colectivo.

El duelo del fin de semana se perfila como un punto de inflexión. Flick espera que su mensaje sirva para encender la reacción y devolver al equipo el orgullo competitivo que siempre ha caracterizado al FC Barcelona.